El diseño de espacios gastronómicos ha evolucionado más allá de la estética. Hoy, se trata de crear experiencias memorables para los sentidos, fusionando arquitectura, interiorismo, cultura y tecnología.
Principales tendencias en 2025:
- Diseño sensorial e inmersivo
Se integran elementos que estimulan vista, olfato, oído y tacto:
Iluminación cálida y controlada.
Texturas naturales (madera, piedra, arcilla).
Música ambiental coherente con el concepto del restaurante.
Aromas integrados que refuerzan la experiencia.
- Narrativa gastronómica visual
El espacio debe contar la historia del lugar, del chef o del producto. Esto se logra mediante materiales, disposición espacial, colores y mobiliario.
Ejemplo: un restaurante de comida selvática puede usar madera reciclada, vegetación colgante y un recorrido envolvente.
- Cocinas abiertas e interactivas
La transparencia genera confianza. El comensal quiere ver lo que consume y vivir el proceso culinario.
- Espacios modulares y multifuncionales
Diseños que se adaptan a eventos, cenas privadas o brunchs. El mobiliario y las divisiones móviles cobran protagonismo.
- Sostenibilidad real
No solo en la carta: el diseño también apuesta por eficiencia energética, ventilación natural, materiales ecológicos y reducción de desperdicios.
- Diseño orientado a redes sociales
Zonas instagrameables con diseño estratégico: buena luz, fondos neutros o murales que refuercen la identidad del lugar.