Este módulo fue concebido para llevar la experiencia de Cinnabon a una ubicación estratégica de carretera, ofreciendo un espacio funcional, cálido y reconocible que invite a una pausa dentro del recorrido.

El diseño priorizó la eficiencia operativa, la visibilidad del punto de venta y la expresión clara de marca. Se utilizaron materiales resistentes al entorno, con acabados que conservan el carácter acogedor y artesanal de Cinnabon. La composición del módulo permite un servicio rápido y una experiencia amigable incluso en contextos de alto flujo y tiempos breves.

El resultado es un espacio comercial que transmite cercanía y confianza, adaptado al ritmo de una parada en carretera, pero manteniendo intacta la esencia visual y sensorial de la marca.